Barack Obama y su búsqueda de identidad
Hace algunos días
terminé de leer la autobiografía de Barack Obama (una descripción del libro original la pueden encontrar aquí). El libro más, que
una autobiografía de toda su vida, es más una autobiografía
familiar. Obama habla ahí de su lucha por encontrar su identidad. De
padre Keniano, madre norteamericana, habiendo vivido un par de años
en Indonesia, crecido en Hawai, Barack Obama tuvo la influencia de
muchas culturas, y sin embargo, al principio no se encontraba
reflejado en ninguna de ellas.
Recién ya en edad
adulta, enfrentando sus miedos y acercándose a su familia paternal,
Barack pudo encontrar su identidad. Siendo un hombre de color, Barack
Obama vivió muy de cerca la discriminación que vive uno siendo de
color en Estados Unidos. A pesar de todo, Barack Obama, él mismo lo
dice, tuvo la suerte de tener una buena educación. Incluso su padre
Keniano gozaba de una buena educación. Él obtuvo su doctorado en la
universidad de Harvard, y era algo que guiaba la vida de Obama
durante su juventud – saber que su padre era un tipo inteligente,
con carácter fuerte, y que por el deseo de reconstruir su país,
regresó a Kenia.
Obama era una
persona de acción desde su juventud. Tenía un trabajo en el banco
con el que ganaba bien y tenía una vida cómoda. Pero la lucha por
la igualdad entre los afroamericanos y los blancos era algo que
siempre lo había ocupado. Así que dejó su trabajo bien pagado para
empazar uno nuevo en un pueblo pequeño en una organización que daba
ayuda social a los afroamericanos. Este fue el primer contacto de
Obama con la política, donde empezó a codearse con gente del pueblo
con diferentes tipos de problema, y también con funcionarios del
estado y trabajadores de la iglesia, escuelas y otras organizaciones.
A pesar de que no ganaba mucho dinero, Obama estaba siguiendo su
vocación. Hacer un trabajo con sentido que ayude a los demás.
Barack luego decidió
a seguir los pasos de su padre, y estudiar derecho en Harvard. Antes
de empezar con sus estudios, Obama visitó por algunas semanas a su
familia Keniana. Ahí Obama se pudo dar cuenta, que a pesar de los
miles de kilómetros de distancia, seguía existiendo el problema
entre los blancos y negros. Debido a la historia, los blancos habían
llegado a tener poderío sobre los negros. Y aunque para el tiempo de
Obama, los blancos y los negros convivían en Estados Unidos, había
una gran discriminación hacia los negros y también había algo
dentro del pensamiento en los afroamericanos que no les permitía
salir adelante. Era el yugo de tantos años de discriminación y
maltrato físico y psicológico. Lo mismo ocurría en Kenia, dónde
los Kenianos ya eran dueños de su país, pero al final, Obama tuvo
la sensación que los que verdaderamente dominaban eran los blancos,
esta vez no a la fuerza, sino por poderío económico.
Obama, que quizás
por su educación y su largo meditar sobre su situación, logró
encontrar un camino muy diferente al camino de muchas personas en su
situación. Él, por alguna razón, no tomó el papel de víctima. Al
contrario, el tomó el papel de una persona que puede cambiar su
vida, su futuro, y el de los demás. Su libro habla de esta lucha, su
lucha como individuo, así también como la lucha de un pueblo en
Norteamerica, es decir la lucha de los Afroamericanos, y la lucha de
los Kenianos para seguir adelante.
Obama pudo encontrar
paz consigo mismo. Él es un afroamericano de padre Keniano, madre
Norteamericana. Y sobre todo y ante todo, Obama es un norteamericano
que decide sobre su vida y con el poder de influenciar la vida de los
demás.
La historia de la
vida de su padre, los problemas que él tuvo que pasar, sus
pensamientos, son un ejemplo de muchos pueblos confrontados con una
civilización más poderosa que logró conquistarlos. No pude dejar
de pensar en los tantos ejemplos que existen en la historia donde
esta se repite.
Los españoles que
conquistaron Suramérica.
Los ingleses que
conquistaron India.
Otra vez los
ingleses que conquistaron Kenia.
Los francéses que
conquistaron muchos países africanos.
Otra vez los
ingleses que conquistaron China.
Los ingleses que
conquistaron Australia.
Todas estas
conquistas, o quizá mejor dicho, guerras y saqueos, dejaron a las
culturas oriundas de esos pueblos en un estado impotente. Y debido a
los muchos años de maltrato, la mentalidad de los descendientes de
aquellas culturas dominadas, o los descendientes de aquella mezcla de
culturas dominadas y dominadoras, llevaban consigo aún las huellas
de aquellos abusos.
Obama es un gran
ejemplo de alguien que hoy, si bien tiene que luchar contra
prejuicios y discriminación, tiene todo el poder, que está al
alcance de sus palabras, de su trabajo, de sus acciones, para moldear
su vida, su presente, su futuro, e incluso moldear las relaciones y
pensamientos con su
pasado.
Y de esa misma
forma, ya casi en todos los países, la lucha de identidad ya no es
tanto una lucha física, sino una lucha mental y emocional, que es
posible primero cuando se acepta quién es uno. Segundo, tal como lo
hizo Obama, conociéndo exactamente de dónde uno proviene, y
sabiendo a dónde uno quiere ir. Y no ir por un camino predestinado
por otros, por un país, por alguna clase social, sino ir por un
camino que uno mismo puede forjar.
Obama también pudo
convertir todo su sufrimiento y sus errores personales en una
herramienta para seguir adelante. Leyendo su libro entendí porque él
se convirtió en el Presidente de los Estados Unidos. Una persona
como él debe tener una gran inteligencia, autoestima y gran
carácter. Y esa personalidad la iba formando él concientemente
desde sus años jóvenes.
Alghedi
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