La naturaleza humana de temer sin lógica



Hay una gran cotradicción de la naturaleza. Incluso es más que una contradicción, es una gran ironía. El único animal que tiene la mayor inteligencia y mayor lógica, el animal que se da por lo último y mejorcito de la evolución, es el que sufre de los temores más ilógicos. No soy biólogo ni sociólogo, pero si una persona a la que le gusta mucho observar y analizar las cosas. No he visto a ningún animal que tenga temor o terror a algo sin ninguna razón ni lógica. Incluso los animales que fueron maltratados fuertemente viven en un estado que puede ser parecido al de la "ansiedad" que sufrimos los humanos, pero eso sucede más que todo si el estímulo puede ser percibido. Es decir sentido, sea visualmente, tactilmente, olfativamente, etc. El ser humano, justamente por tener una mente tan desarrollado, tiene en su poder una gran capacidad. El cerebro es una gran arma. Y gracias al cerebro y su forma lógica de pensar la mayoría de los instintos se han apagado. Ya no nos guiamos por instintos. O mejor dicho, los instintos y la mayor tarea del cerebro se han separado, aunque los instintos también tengan su centro de origen en el cerebro. La mayor tarea del cerebro es el pensar. Sobre todo pensar lógicamente. Dar y ver en todo razones, preguntas y respuestas. Explicaciones. Y la imaginación tiene un papel importante en todo esto. Cuando existe una amenaza, nuestros instintos tratan de protegernos, lo cual se puede ver en las reacciones del cuerpo a esa amenaza. Otro tipo de señal son las emociones. Las emociones nos están diciendo que algo no nos gusta y que no va como quisieramos que vaya. La fobia se origina cuando nuestra mente tienen más poder que nosotros mismos. El miedo le da el poder a una idea para anidar dentro de nuestra mente y una vez ahí dentro esta idea empieza a desarrollarse y crecer tranquilamente, llegando a convertirse en una fobia. Son las emociones las que moldean nuestro cerebro y lo hacen accesible a ciertas ideas. Es por eso que las emociones y sentimientos son las armas más poderosos hoy en día para controlar a la gente, sea en el ámbito que sea. Pero el arma más poderosa de todas es el miedo, ya que el miedo nos alarma que existe una amenaza presente, aunque en realidad no exista. Nuestra conducta se adaptará con tal de no sufrir las consecuencias de aquella amenaza. Seremos moldeados a como el miedo le dé la gana. Porque el amor, la cordialidad y otras emociones positivas no se difunden tan fácilmente como el miedo? Porque el cerebro está programada, creo yo, para reaccionar más rápido al miedo que a otras emociones. El cerebro es lógico, y aunque este separado de la mayoría de emociones, sigue a pesar de todo unido fuertemente con el miedo. Nuestro cerebro, que es en realidad una arma muy poderosa, una herramienta con la cual podemos lograr grandes cosas, se puede volver contra nosotros y destruirnos la vida. Puede lograr que no seamos quien queremos ser. Puede lograr que muchas veces nos preguntemos: "qué hemos estado haciendo mal todo el tiempo, y porqué hemos llegado a dónde hemos llegado?". Por eso para poder ser dueños de esta herramienta, tenemos que hacer obviamente algo simple: manejarla. Tenemos que dominar nuestro cerebro. Se dirá que nuestros pensamientos e ideas y emociones somos nosotros. Pero en realidad lo que en verdad somos es lo que queremos ser. No lo que pensamos ni sentimos superficialmente. Sino lo que hacemos y sentimos profundamente. Lo que hacemos está muy ligado a lo que hemos y estamos pensando. Pero eso sólo en el caso de que el cerebro esté dominado. A veces han anidado tantas ideas en el cerebro que hay pensamientos que son como un cáncer en el cerebro. Quistes que están siempre presentes y no los queremos tener pero se proyectan constantemente en la realidad. Crean ansiedad, estrés, fobias, atraen más miedos. Y sabemos, por lo menos sentimos dentro de nosotros, que esas ideas no nos pertenecen. Si un día dejamos de luchar, esas ideas estarán muy arraigadas con nosotros, y nuestras emociones estarán tan apagadas que no sabremos si somos felices o infelices. Sólo aquel que puede responder a aquella pregunta: "eres feliz?" con sinceridad está en el camino de conocerse y tomar posesión de sus pensamientos y de su vida. Somos lo que queremos ser y en ese camino y para llegar a ser lo que queremos ser tenemos que ser dueños de nuestras emociones y nuestros pensamientos. El cerebro, esa arma maravillosa, tiene que ser una herramienta nuestra. Los instintos deben servirnos. Las emociones también. Nada de estas cosas debe sacarnos de nuestra meta, llegar a quien queremos llegar a ser. Este es un proceso de madurez. La pregunta es como lograr tener dominio sobre la mente? Lo que mueve nuestra voluntad no es el cerebro, aunque lo parezca, lo que mueve nuestra voluntad es algo diferente, es algo dentro de nosotros que no puede ser destruído. Ese ser dentro de nosotros, nuestro yo verdadero, tiene que ganar poder, y poco a poco apoderarse del cerebro. Luego llegaremos a ser saludables, más sanos tanto mentalmente como físicamente. Y después de habernos equipado con lo que la naturaleza nos había de por si regalado (cuerpo y mente) podremos seguir en búsqueda de nuestra meta y ser felices en el momento y seguir buscando más felicidad y plenitud tanto para uno como para el prójimo. La clave es simple: emociones fuertes conllevan a que las ideas aniden en nuestra mente. Somo seres con voluntad y nuestra voluntad tiene que crecer muy fuerte. Tenemos que trabajar sobre todo en la voluntad y disciplina. Esto es muy importante. Luego con nuestra voluntad tenemos que despertar esas emociones positivas dentro de nosotros. Con esas emociones positivas llegaran nuevas ideas al cerebro y estas ideas positivas empezaran a expulsar a las negativas. Las negativas perderán de por sí fuerza ya que nuestra voluntad fuerte ha empezado a quitarles el poder al simplemente no prestarles más atención. En el camino estás ideas negativas tratarán de defenderse, y será muchas veces necesario liberar esta energía negativa dentro de uno de una forma quizá agresiva, molesta, pero es necesario expresar esta energía negativa. No somos ni seremos nunca perfectos. Pero justo en este camino de la perfección estamos obligados a reconocer esto: "No somos ni seremos nunca perfectos, y justamente por eso tengo el derecho y deber de cometer errores y aprender de ellos, para luego no volver a cometerlos. Si buscamos la perfección que no es posible, sabremos que nuestas intenciones son buenas, entonces nuestros errores son justificados porque nuestras intenciones son buenas. Aprenderemos de esos errores e incluso aquella pelea que uno libró lastimando a un amigo fue necesario porque en ese momento se sentía que era lo correcto, ya que nuestras intenciones son buenas." Hay que decir que nuestro deber no es ser perfectos, ya que sería un abuso del Universo querer que lo seamos. Nuestro deber es ser felices, y en esta tarea aparentemente fácil se han creado caminos extremadamente complicados para conseguir la felicidad. Un perro es feliz cuando tiene un amo que lo quiere. Incluso cuando falta comida y hace frío es el perro seguramente más feliz que millones de personas en el mundo. Para ser feliz se necesita poco y nos daremos cuenta de ello cuando dominemos nuestra mente. Ella nos engaña muchas veces ya que es una máquina de ecos. Estos ecos tienen que desaparecer y podremos ver con claridad lo que queremos, y no lo que pensamos que queremos.

Emociones positivas para el anido de ideas positivas:

  1. Esta vida que tengo es única y por lo tanto debo disfrutarla. Es mi derecho y deber disfrutarla y ser feliz. Bailar, cantar, reír, llorar. Mientras más pueda expresarme más cercano estoy a mi mismo.
  2. El deporte. El deporte mejora la condición física y nos hace sentir mejor y más fuertes. 
  3. Leer cosas buenas que nos motiven.
  4. Salir con buenos amigos.
  5. Evitar personas con malas intenciones. Si no se pueden evitar, ignorarlas. Si no se pueden ignorar luchar! Es nuestro derecho y deber luchar por defendernos. 
  6. Eres como eres y así eres amado/a. Lo único que se necesita es el amor de las personas que ya nos quieren. El amor que aparece y crece día a día es una gran bendición por la que hay que sonreír y alegrarse.
  7. La justicia es universal y mientras uno luche por ella siempre estará haciendo lo correcto. En ese camino nos perfeccionaremos en la justicia. Cometer errores está siempre permitido. No importa lo que los demás digan o piensen. 
  8. Buscar uno mismo más cosas que generen emociones positivas.

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