Cuento: "El Agua y la Fuerza que la Mueve"



Martín tenía ya 16 años y estaba en una edad en la cual se suelen dejar algunos sueños de la niñez y a aprender otras cosas de la realidad de este mundo. Es una etapa difícil porque un adolescente se enfrenta entre perseguir sus fantasías o cumplir con su deber. Martín no era un chico normal. Al contrario, era lo más anormal que uno puede esperar de un chico de 16 años. Y muchos no lo entendían porque pensaban que él tenía problemas muy graves, o algún trauma de niñez que lo haya afectado por siempre. De la misma manera pensaban los padres de Martín, aunque ellos cumplieron una tarea ejemplar en educar a Martín. Nadie podía entender a Martín, ni los niños, ni la gente de su edad, ni los adultos. Era un bicho raro que parecía fuera de este mundo. Y a pesar de todo se notaba que estaba dotado con muchos talentos. Y esa era la única razón por la cual todos lo respetaban, porque a pesar de ser muy raro, comprendía a todos completamente, socializaba muy bien. Lo que molestaba a todos era que él hacía todo de una manera desganada. Y eso era lo que no pasaba en este sociedad. Las fiestas no lo alegraban, no tenía contacto con ninguna chica de su clase, aunque muchas chicas intentaron acercarse a él, unas por curiosidad, otras porque lo encontraban guapo. La verdad es que él mostraba tan poco interés por las chicas que muchos creían que no gustaba de ellas, y que algún día saldría del closet.

Augusto era un profesor de física muy conocido y querido en el colegio de Martín. Era un tipo muy tranquilo y como físico que era muchos lo tomaban como ser de otro planeta. En las clases de física Augusto se dió cuenta que Martín entendía la física muy rápido, y aunque Augusto no podía decir si el chico tenia talento para la fisica, sí tenía una gran imaginación con la cual podía resolver problemas de muchos tipos. El profesor también se dió cuenta de que Martín era muy distraído y que algo le molestaba todo el tiempo. Para sus 16 años no gozaba de las fiestas, apenas del deporte, no socializaba alegremente con sus amigos, y siempre estaba pensando. Augusto, como profesor de física, no tendría ningún interés por entender a Martín. Como profesor tenía el interés de ayudar a su alumno y quería que todos sin excepción se superaran y que al menos entendieran la física que el trataba de enseñarles en cada clase. Pero como científico innato que era, Augusto quería comprender la relación de todas las cosas, y como gran creyente de una gran misterio en el Universo que mantenía a los protones y neutrones unidos, y a la materia ser sólida a pesar de ser casi vacío, de tratar de explicar todo con la mecánica cuántica, que de alguna manera habla de fuerzas que aún no se pueden comprender pero que al parecer lo relaciono todo, quería comprender el problema de Martín. Así que Augusto esperaba el momento perfecto para poder ayudar a Martín en alguna de sus clases, por lo menos con alguna idea que fuera importante para él.

Meses pasaron, y Augusto observaba a Martín con mucha atención pero de una manera muy indirecta, tratando de entenderlo más.

Un día, mientras Augusto dictaba las clases de termodinámica y fluidos en un aspecto muy general, se le presento la oportunidad de darle una idea a Martín. Augusto le explicaba a sus alumnos que el agua, cuando pasa por algún conducto, va a tomar otros caminos si la presión con la cual es bombeada es suficientemente fuerte. Y cualquier recipiente puede ser destruido por el agua si se aplica la presión necesaria. Augusto preguntó a sus alumnos la razón de porqué era esto así. Nadie se atrevía a responder, pues la mayoría cree que tiene que responder cosas muy complicadas. Augusto esperaba que Martin, que estaba sentado casi en la última fila, pudiera responder esa pregunta. Pensado y realizado, Martin alzó la mano y dijo que la fuerza que es aplicada al agua mediante la presión hace que esta busque otros caminos y destruya el recipiente. Las moléculas de agua van invadiendo el cuerpo del recipiente hasta que este no puede soportar más la presión y revienta. Esa era la respuesta perfecta que Augusto estaba esperando para tratar de darle una idea a Martín. Augusto creía saber cuál era el problema de Martín y estaba decidido a darle en ese momento una lección mediante la física. Augusto contestó: 

"Eso es cierto Martin. Muy bien dicho. La fuerza que se aplica al agua no puede destruir el agua. El agua no se puede destruir. Por más grande que sea la fuerza, el agua buscará un lugar para seguir fluyendo, esa es su naturaleza. Si en el centro de aquel recipiente existiera una fuente de calor, el agua se evaporaría, y eso también aumentaría la presión y pasaría exactamente lo mismo, si el calor no destruye el recipiente, el agua destruirá el recipiente. El agua es un medio por el cual las fuerza puede fluir. El agua fluye, y la fuerza con ella. Es un elemento maravilloso. Claro que químicamente, y sobre todo biológicamente, el agua reacciona y deja de ser agua y sus átomos pasan a ser parte de otras moléculas, pero ese es otro caso. Y lo mismo pasa con muchos elementos. Ellos no cambian químicamente tan rápido. Pero el agua es muy interesante, porque tiene propiedades que otros elementos no tiene. Y es una molécula abundante en la tierra y esencial para la vida. Es por eso que muchas religiones hablan mucho del agua. Para el bautismo se utiliza el agua. Lo importante es que si la fuerza no fluye, entonces empieza a destruir o a apagarse. Y esa parece ser una ley universal. Así que si el recipiente no es fuerte, no podrá soportar mucha fuerza. Este hecho es muy interesante porque también se aplica a los seres humanos. Es la misma situación y con la siguiente analogía podrán entender más de lo que les quiero hablar. Si se tiene un pensamiento, se está creando una fuerza. También se necesita cierta energía, algún tipo de fuerza para crear un pensamiento. En el caso de los seres humanos, qué fuerza es más fácil de controlar? Y qué fuerza es más rápido de crear? Y qué fuerza es más rápido de modificar?"

En ese momento Augusto miró a sus alumnos, y todos estaban muy confundidos, pero escuchaban atentamente al profesor. Martin también, e incluso estaba muy concentrado pensando sobre lo dicho. Martin alzó nuevamente la mano: "La fuerza que el pensamiento origina es más fácil de controlar. La fuerza que crea el pensamiento es difícil de hallar, cierto?"

Augusto dijo que eso era en realidad muy difícil de decir. Y que podría ser similar al problema del huevo y la gallina. Qué fue primero ? El huevo o la gallina? Si el pensamiento origina una fuerza, esta fuerza puede reforzar el pensamiento. Pero que fuerza inicial nos lleva a pensar ciertas cosas? Eso no lo podía decir Augusto. Augusto aún no había llegado al punto que quería, entonces siguió hablando:

"Algo que es cierto es que a cierta edad, cuando ya tenemos conciencia de que existimos, tenemos pensamientos que crean constantemente energía en nuestra existencia. Es decir que hay un subconciente que crea estos pensamientos. El pensamiento podría ser como un tipo de puerta entre dos campos de energía: la energía no física, y la energía física. Nuestro cerebro es la máquina más maravillosa del universo ya que crea pensamientos constantemente. Es el portal entre la energía no física y la energía física. Como ya dijimos, la energía siempre fluye. Y la ENERGÍA NO DISTINGUE REALIDADES. No le importa en que realidad está, fluye simplemente entre las realidades, pero no puede quedarse mucho tiempo estancada. Sea lo que sea que pensemos, está siendo originada por una fuente de energía fuerte. Esta energía tiene que fluir. Y nosotros tenemos que dejar esa energía fluir. Si tenemos pensamientos, ellos no se pueden quedar en nuestra mente, ya que vivimos en un campo físico, la energía tiene que fluir hacia este campo físico. La fuerza que crean los pensamientos, aunque no lo crean, está a nuestra disposición. Pero para eso necesitamos DISCIPLINA. Tenemos que disciplinar nuestra mente a crear los pensamientos que queremos para que se convierte en ese motor, en esa fuerza que crea esos pensamientos constantemente. Con los pensamientos adecuados podrémos dejar fluir la energía hacia afuera porque está en nuestra naturaleza unir lo físico con lo no físico siempre y cuando sea lo que queremos hacer. Pregúntense: tienen los pensamientos que quieren?"

Martín se quedo mirando al profesor pensativo. El profesor hablade de fantasía pura. Y dónde estaba la ciencia? Martín no sabía si lo que decía su profesor era cierto o no, pero le gustaba.

El profesor continuó: "Su subconciente es la fuerza que crea sus pensamientos inconcientes constantemente, y ustedes no tienen control sobre ello. Pero pueden modificar us subconciente para que trabaje constantemente para ustedes. Con práctica. Así la fuerza del pensamiento modifica la fuerza creadora del pensamiento. Es necesario revisar las dos fuerzas: la fuerza del pensamiento, y la fuerza creadora del pensamiento. Las dos son necesarias y una modifica a la otra. La fuerza del pensamiento, tu pensamiento conciente es capaz de penetrar tu subconciente y modificarlo para que sea una fuerza que produzca pensamientos como tú los desees. Así lograrás tener una vida en harmonía. Pero queda aún una cosa por resolver! Qué fue primero? No lo sé. Pero hay algo que he observado muchas veces: hay ciertos pensamientos que están muy arraigados tanto en el subconciente que salen al conciente y no se pueden modificar. Es parte inherente de esta fuerza magnífica. Es parte del ser. Detener el flujo de esa energía es una de las cosas más peligrosas que puede haber, ya que es morir en vida. Y siempre he visto que esta fuerza inherente siempre ha sido de naturaleza buena. Si tienes un pensamiento que sólo tiene que ver contigo mismo, con placer, ganas de vivir, motivación, y está en ti como si fuera parte tuya, es que es una parte tuya. Simplemente debes dejarla fluir! debes unir tu mundo no físico con el mundo físico y hacer que esa fuerza fluya y actue en los dos mundos! Esa es una de las razones de ser de tu vida! y si dejar fluir esa energía inherente en ti, lograrás lo que te propones, porque es inherente a ti, es inherente al universo. Pertenece al universo, si la dejas fluir el Universo fluirá con ella y hará todo lo posible para que fluya lo mejor posible y realice todo lo que tenga que realizar. Vencer el miedo, conoce tu energía, modifica tu subconciente para que sea tu mejor amigo (mediante meditación, buena alimentación, deporte, aprendizaje), y amor hacia ti y los demás. Yo enseño las leyes universales de la Física. Y esta es una de ellas"

Comentarios

Anónimo dijo…
Interesante